San Salvador, 1979. Eran enemigos de clase desde la cuna, antagonistas durante los doce años de guerra civil en El Salvador. Jaime Hill, bebedor de whisky, multimillonario, jugador de polo y renombrado mujeriego. Joaquín Villalobos, líder marxista de la guerrilla ERP que financiaba su ejército secuestrando a los oligarcas más pudientes del país. Jaime Hill fue la más rentable y lucrativa de las capturas del ERP. Hoy han dejado de ser antagonistas y comparten un diálogo que, según la propuesta del film, podría proyectarse a una dimensión política más amplia.